Durante el año 2022, los países de América Latina presentaron una variedad de resultados en la prueba de matemáticas del Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes (PISA). Paralelamente, se notaron diferencias en los niveles de inversión en educación, medidos como un porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB). Este artículo explora la relación entre estos dos aspectos.

En 2022, catorce países de América Latina y el Caribe participaron en la evaluación PISA. Chile sobresalió en la región en las tres áreas evaluadas por PISA. No obstante, el estudiante promedio de la región presentó un rezago en sus aprendizajes en Matemáticas equivalente a cinco años al ser comparado con un estudiante promedio de la OCDE. Por ejemplo, Argentina logró 377,5 en Matemáticas, lo que representa una disminución de dos puntos en comparación con los 379,5 obtenidos en 2018.

En promedio, América Latina y el Caribe asignó el 16% del presupuesto al sector educación, cifra que corresponde en promedio al 3,8% del PIB en 2022. Argentina invirtió el 4,6% de su PIB en educación en 2021, mientras que Chile destinó el 5,6% de su PIB a la educación en 2020.

Aunque existe una correlación entre la inversión en educación y los resultados en las pruebas PISA, la relación no es lineal. Otros factores, como la calidad de la enseñanza, el ambiente de aprendizaje y las políticas educativas, juegan un papel fundamental. Además, es relevante considerar que los datos de inversión en educación podrían no estar actualizados para todos los países en el año 2022.

En síntesis, si bien la inversión en educación es un factor crucial para mejorar los resultados en las pruebas PISA, no es el único factor por considerar. Es esencial que los países de América Latina continúen sus esfuerzos de inversión en educación, enfocándose al mismo tiempo en mejorar la calidad de la enseñanza y el ambiente de aprendizaje para lograr progresos significativos en los resultados de las pruebas PISA.

Atte. Patricio Figueroa M – Profesor de Matemáticas