El sistema de numeración que empleamos hoy en día, conocido como sistema de numeración indo-arábigo, es una invención trascendental que ha revolucionado las matemáticas y la forma en que representamos cantidades. Aquí está la historia detrás de este sistema:

En el siglo I, en la India, se desarrolló un sistema de numeración posicional basado en la base 10. Este sistema permitía representar cantidades utilizando diez símbolos diferentes: 0, 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8 y 9. La posición de cada dígito en un número determinaba su valor. Por ejemplo, en el número 1234, el 1 representa 1000, el 2 representa 200, el 3 representa 30, y el 4 representa 4.

Este sistema de numeración llegó a Europa a través de los árabes y los persas. Uno de los matemáticos más influyentes en la difusión de este sistema fue Al-Juarismi. Su obra “Al-Kitab al-Mukhtasar fi Hisab al-Jabr wal-Muqabala” (El libro resumido sobre cálculo por completamiento y balance) introdujo los conceptos de álgebra y el sistema de numeración indo-arábigo en Europa.

En la Edad Media, el sistema de numeración indo-arábigo se extendió ampliamente en Europa. Los matemáticos europeos adoptaron este sistema, y pronto se convirtió en la forma estándar de representar números. La invención del cero (llamado śūnya o bindu en sánscrito) también fue un logro crucial de la cultura india.

Los números arábigos, como los conocemos, se popularizaron en Europa gracias a la colonización y el comercio. Estos números se representan utilizando dos conjuntos de glifos principales:

Números arábigos occidentales: Desarrollados en Al-Ándalus y el Magreb, son los que utilizamos comúnmente en Occidente. Por ejemplo: 0, 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8 y 9.

Números arábigos orientales: Se desarrollaron en lo que actualmente corresponde a Irak. Aunque menos comunes, todavía se utilizan en algunas regiones.

El sistema de numeración indo-arábigo es una de las contribuciones más significativas de la India a las matemáticas y la ciencia. Hoy en día, estos números son esenciales en nuestra vida cotidiana, desde operaciones matemáticas hasta la representación de fechas y cantidades. Así que, la próxima vez que escribas un número, recuerda que detrás de él hay una fascinante historia de colaboración cultural y avances matemáticos.

Atte. Patricio Figueroa M – Profesor de Matemáticas

Imagen creada con IA de Copilot