La procrastinación, la tendencia a postergar nuestros deberes, es un mal generalizado, sobre todo en tiempos que hay tantas distracciones y tentaciones en forma de ocio, tales como: redes sociales, streaming online, juegos online, consolas, etc.

Entre los estudiantes es algo casi inherente, incluso en el grupo de los que cursan carreras de doctorado, gastan alrededor de un tercio de sus horas de vigilia en diversiones que ellos describen como una forma de procrastinación.

Ocio previo a los exámenes

En promedio, previo a los exámenes, los estudiantes utilizan en actividades de ocio más de ocho horas diarias, siendo su incapacidad para gestionar adecuadamente su tiempo, una de sus principales preocupaciones, según ellos confiesan, también sería una de las razones que los llevaría a tomar decisiones tales como abandonar los estudios.

Sería interesante conocer el por qué esta inercia de postergar los deberes es tan atractiva. Aparentemente la respuesta podría ser porque hay cosas más interesantes que hacer o porque simplemente la pereza es tan poderosa que boicotea incluso los planes minuciosamente elaborados, lanzando por el suelo el esfuerzo de años.

Aunque no tenga sentido y por increíble que parezca, las estadísticas indican que un alto porcentaje de estudiantes tras lograr la admisión en programas académicos muy competitivos, tras haber realizado todos los cursos del doctorado, tras haber recopilado, quizá, los datos de la tesis, faltando solo escribirla y defenderla, la mitad, al menos, nunca completa este proceso pese a la inmensa inversión de tiempo y la considerable recompensa que les reportaría (en promedio, un 30% más de sueldo).

Atte. Patricio Figueroa M.

Fuente:xatakaciencia.com