Junto con el crecimiento mundial de la cantidad de usuarios en redes sociales, se ha creado un terreno propicio para la difusión de noticias falsas que obviamente buscan objetivos determinados, las llamadas fake news, en un contexto donde según Digital 2022 Global Overview Report hay más de 4,62 billones de cuentas activas en redes sociales. Hace unos días el multimillonario sudafricano Elon Musk tomó posesión de Twitter, prometió trabajar para terminar con los Bot en esa red social, cuentas falsas cuyo objetivo es popularizar fake news, convirtiéndolas en trending topic, de esta forma marcan la agenda de los noticieros, convirtiéndose una efectiva herramienta para manipular la opinión de los internautas y del público en general. En nuestro país el trabajo de la Convención Constitucional ha sido un terreno propicio para las fake news, sobre todo para sectores que no gustan de los cambios.

Este problema se podría abordar de varios puntos de vista, por ejemplo, dotar a los internautas de herramientas para que puedan distinguir un hecho noticioso verdadero de una fake news, también por el lado de controlar las cuentas falsas que emiten este tipo de publicaciones.

Las matemáticas de las fake new

A nivel mundial, el 56,4% de los usuarios de Internet manifiesta preocupación por no saber qué es cierto y qué no en el ámbito de las noticias publicadas en la Red, de acuerdo con los resultados publicados en el informe Digital 2021. Entre los países participantes en este estudio, los que presentaron la mayor y menor preocupación por las noticias falsas o “fake news” y la desinformación son: Brasil (84%) y Países Bajos (32,3%).

En tanto un 65,1% de españoles asegura estar preocupado por no saber qué noticias difundidas en Internet son ciertas y cuáles falsas. Un porcentaje parecido obtenemos los chilenos (64,6%) opina lo mismo. También es este estudio destacan Japón, Italia, Suecia y Dinamarca por ser algunos de los países donde la preocupación es inferior a la media global.

Patricio Figueroa M – Profesor de Matemáticas

Fuente: es.estatista.com